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DE LA OSCURIDAD A LA CLARIDAD

Sentados en mitad de la noche esperaban que los primeros rayos del sol apareciesen para poder descansar. Todo era muy complicado. Su posición era importante para detectar al otro bando. Había que impedir su paso o avisar de su proximidad. En cualquier caso, durante el día las cosas se veían de otra forma, la noche siempre trae un halo de misterio, de miedo, de oscuridad y de peligro.


Fotografías publicadas con el permiso de Encarna LIZANCOS hija de Antonio LIZANCOS MORALES con la mediación de Francisco Morales

Fotografías con...
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 Noche tras noche y día tras día cumplían con su misión, en muchas ocasiones no era cuestión de ideologías, simplemente estaban en ese “bando”.  Momentos oscuros con situaciones complicadas y no menos oscuras. En las guerras todo se paraliza y cuando además en las dos partes hay miembros de una misma familia la situación se complica aún más.

En la guerra civil todos pierden, esa quizás sea la principal idea que debemos tener en cuenta. Posiblemente esta sea la parte más oscura de sierra nevada. Aquellos momentos en los que la guerra civil española tiño de rojo su blanco manto.

Afortunadamente, esa época oscura también paso y comenzó una etapa más limpia, más clara en definitiva una etapa de luz. Nuevos deportes relacionados con las montañas empezaban a tener presencia en sus altas cumbres de manera más habitual. Lejos quedaban las visitas de los primeros investigadores que realizaron sus estudios científicos durante meses en Sierra Nevada como el suizo Edmond Boissier o el austriaco  Moritz Willkomm entre otros.

Sin embargo, antes que ellos un español, Francisco Fernández Navarrete, médico en la corte de Felipe V  y escritor científico, hizo la primera descripción extensa que existe sobre Sierra Nevada. Fue hijo de Juan Fernández Cañasveras y de Andrea Navarrete, ambos naturales y vecinos de La Zubia (Granada). Descripción que aparece dentro del libro “Cielo y suelo granadinos”, aunque este no sería publicado hasta siglos más tarde. 

Científicos, deportistas, cineastas, muchos han pasado por sus altas cumbres buscando mostrar, cada uno a su manera, la belleza y el alma de cada uno de sus rincones. Sin embargo, antes que todos ellos, hubo un grupo de hombres y mujeres que comenzaron su andadura recorriendo sus cumbres y convirtiéndose en los primeros montañeros de sierra nevada. 

Entonces, no existía  ropa técnica, ni  calzado de montaña, ni tan siquiera para trekking.   Si subías a esquiar, los pioneros en este deporte, tenían que cargar con los esquís en el hombro, ya que los remontes aún no existían, hasta la altura adecuada dependiendo del nivel y deslizarse en su descenso para después volver a empezar. 

En aquella época  no había dudas al elegir el material y la forma de vestir.  Los crampones, aunque habían sido inventados en Inglaterra en 1909 por el ingeniero inglés Oskar Eckenstein que hizo fabricar el prototipo en un taller de Courmayeur. La realidad es que muy pocas personas podían disponer de ellos. Pero los afortunados que  podían adquirirlos no tenían que elegir entre crampón de correas, semiautomático o automático. La suela vibram no se inventó hasta la segunda guerra mundial, un poco antes. Laurent Grivel en 1932 se inspiró en la idea de Oskar Eckenstein añadiéndole dos puntas delanteras ya que la exigencia de ascender las montañas por vías más duras hacia que el invento del ingeniero inglés no fuese suficiente, esto llevó al verdadero crampón y precursor del crampón utilizado hoy en día. En 1970, Jef Lowe inventó el cierre automático y la palanca de cierre posterior o talonera. Algo similar sucedió con los tejidos, como el Goretex, con el descubrimiento de un polímero en 1969 por Bob Gore que tuvo diferentes aplicaciones entre ellas su utilización en los tejidos, aunque no fue hasta mucho más tarde cuando su huso fue generalizado. 

No obstante, en los años 50 y 60 la falta de material técnico no impidió a estos pioneros subir a las altas cumbres de sierra nevada para practicar alpinismo, escalada o esquí. Y aunque el senderismo de montaña y las travesías solían hacerse en  verano fundamentalmente, poco a poco las ascensiones invernales fueron adquiriendo mayor fuerza. Iniciando una nueva era en los deportes de montaña en el macizo de sierra nevada.